Su melena rubia canario, su tez
oriental, su amarilla risa histriónica, sus
manos largas y punzantes, su menudez excesiva, era mi primera gran amiga, se llamaba Marisol. Vivíamos cual siamesas, en el cole,
en la calle, en el patio, en los charcos…
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¡Que fantástico era estar junto a ella!
Ese día empezó con mal pie. Marisol
emocionada me hacía esta confidencia.
-
¡Mi mamá me dijo que nos mudaremos a una casa
muy grande, tendré una habitación para mi sola y también cambiaré de cole!
Sólo nos vimos una vez más, en su
nueva casa amarilla.
Tendría yo unos 10 años y estaba
escribiendo mi primera carta de amor. La escribí con tanta pasión. La leyó mi
madre, la leyó mi padre, la leyó mi abuela, la vecina del sexto, la del sétimo,
y hasta el cartero que era amigo de la familia. Escuché como mi madre presumía de
lo bien que escribía la niña.
Animada por tal espectáculo me
esforcé en una segunda misiva a mi querida amiga.
Mi mamá no la leyó. El cartero tampoco. Mi mamá dijo.
-
Las cartas son algo personal. No se deben leer.
Yo no entendí nada. Por qué la primera carta
sí y esta segunda no.
Fue lo último que escribí.
Todos guardamos dones en nuestro
interior que desean expresarse. Cuando logran salir a la luz, somos felices de forma natural. Estas
dotes que todos traemos abarcan mil y una faceta de la vida.
Es fácil distinguirlos porque
cuando los están realizando, el tiempo pasa rápido, te olvidas de los problemas,
te relajas, disfrutas y además se te dan
bien.
Cocinar, cuidar plantas, pintar, arreglar
coches, correr, escribir, hacer manualidades, montar en bici, programar, leer, hacer punto…
Si descubres estos regalos que tu
hijo trae consigo y los fomentas le harás más feliz. No sólo por un rato sino para el resto de su vida. Si a una edad temprana
sabemos lo que nos gusta y somos conscientes de esta información. Podremos elegir mejor.
Los sufridos padres ponemos tanto
esfuerzo en alimentar, dar una educación, que aprendan inglés, que hagan
deporte… Que quizá olvidemos indagar en su espíritu, en su interior.
Pregúntate si descubriste ya con lo que
más disfruta tu hijo y si no es así pon
tu intención en descubrirlo. Será el mejor regalo para él. Es importante.
Qué divertido es descubrirlos. Elías canta nanas en balleno!!!
ResponderEliminarQue bonito! Enhorabuena, y gracias por hacernos sentir de vuelta a casa... ;)
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