miércoles, 14 de marzo de 2012

Museo Reina Sofía. Visita con Candela.

Candela y yo visitamos el  Museo de arte Reina Sofía, vamos a ver  el Guernica.
Soy consciente  que visitar un museo es un rollo para un niño, así que previamente hemos hecho actividades con este cuadro  y como broche final nos vamos a pasar un día  a Madrid y entre las actividades visitamos el cuadro.
Cuando vamos a ver  un museo siempre le compro una cosita al final en la tienda del museo y después hacemos algo divertido, intento asociar cosas buenas a ver los museos, a ver si le coge gusto o al menos guarda buen recuerdo de estas visitas.

Ir a ver un solo cuadro como vamos a hacer siempre sale caro, intento enterarme bien de la sala donde está para ir directas y también de alguna otra sala que yo quiera visitar.

El Reina Sofía tiene algo divertido para los niños, sus ascensores, son unos ascensores transparentes desde los que se aprecia una vista distinta de Madrid, totalmente aconsejable, así que los utilizamos una y otra vez para cambiar de planta, jugando con los ascensores logro ver algo más del museo que sólo el Guernica.

Cuando vi por primera vez este cuadro me impresionó su gran tamaño, así juego j con Candela., ¿Qué tamaño crees que tiene  el cuadro ¿Cómo una hoja? ¿Cómo una mesa? Le he hecho pensar que no era demasiado grande.
 Guío a Candela con los ojos tapados con mis manos justo hasta que está frente a él, por el camino vamos jugando con otros cuadros expuestos de Picasso, ¿Es este el Guernica? Nooo ¿Y este? Hasta que al final llegamos por fin a nuestro destino. Candela le echa un vistazo sin ninguna emoción y dice vámonos, así que intento alargar un poco más la observación.
Busca una herradura, y una flor, y un niño ¿Cuantas luces tiene? Verdad que parece un periódico, eso no sé donde lo leí, completamente cierto, es como si se tratase de una hoja de un periódico, pero en grande.
Ya no hay forma de alargar más, así que otra vez a los ascensores, como si se tratasen de un tiovivo. Entre subida y bajada algún cuadro cae.

Me gustaría ver  “Muchacha en la ventana”  de Dalí, así que negocio y después  que me deje un rato para verlo.
Ya estamos frente al cuadro de Dalí, tengo la suerte de que una guía está explicándolo así que escucho cosillas sobre él.
El retrato de espaldas es de su hermana, Ana Mª, que fue su musa hasta que más tarde  lo fuera  Gala.
Se trata de un cuadro dentro de otro cuadro, lo que Dalí nos ofrece es la vista de Cadaqués enmarcándola dentro de otro marco que es la ventana.
Si no habéis estado en Cadaqués os lo aconsejo, un sitio muy inspirador, para llegar un poco chungo, mucha curva, nosotros lo elegimos como campamento base y para eso no sirve porque la vuelta todos los días es terrorífica.  La casa de Dalí de Portlligat y el museo de Figueras  creo que son visitas obligadas si te gusta Dalí y si no también.
Este cuadro está  clasificado como realista, pero Dalí hace un guiño dentro de este realismo, os cuento.
Lo que realmente mira Ana Mª, el espectador en realiad  no lo podría percibir,  pues ella tiene su mirada dirigida hacia la izquierda y nosotros sólo  observamos  el paisaje de frente.
Pero el truco está en que lo que ella bserva  está plasmado  a través de su reflejo en el cristal,   la portezuela de la ventana abierta. Y aquí está la cuestión es un reflejo  imposible pues según la posición de la ventana, el reflejo no debería tratarse  del exterior sino del interior de la habitación.


También salimos al patio del museo, hay bancos así que si hace buen tiempo podéis estar un ratillo allí.
La parte final de la visita al museo es la parte que más le gustó a Candela junto a los ascensores,   la tienda del museo, la tienda del Reina Sofía es muy curiosa, está llena de artilugios divertidos y muy originales, siempre  encuentro  algún regalo especial.
Candela se entretiene eligiendo su regalo,  elige varios y luego vamos descartando, con la condición de que no pase de unos pocos euros.
Tras la visita al museo  cruzamos la calle hacia la estación de Atocha justo enfrente a unos cien metros escasos.
A la izquierda puedes observar el Ministerio de agricultura, un edificio majestuoso  que  construyeron para nada más desembarcar del tren diera la sensación de que Madrid era una gran ciudad, a mí me encantan las esculturas de bronce  del ático y las cariátides que enmarcan  la puerta.

En la zona de la estación del AVE hay una reproducción de una selva tropical, y un pequeño estanque con tortugas, así que nos vamos a verlo  y a hacer fotos a las tortugas.



Por último nos compramos unos donuts y desayunamos sentadas en la estatua al viajero.




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