Un rebaño de ovejas con piedras
Este pasado sábado, yo ponía lavadoras y Candela se aburría, así que sacó los materiales y comenzó a hacer manualidades ella sola.
La verdad que a mí no me costó mucho hacer manualidades con ella, ponemos el salón patas arriba, tenemos manualidades por todos los rincones, algún brochazo de témpera en algún sitio inadecuado, pero el fin último merece la pena.
En el camino de la educación infantil es frecuente perder la paciencia, querer que mejoren con más rapidez, querer que lo hagan a nuestra manera, esforzarnos en enseñarles algo… pero no funciona así, cualquier aprendizaje emprendido debe ser un juego, es el único truco, disfruta de lo que haces con ellos y si no, no lo hagas.
Busca hasta encontrar algo con lo que tú disfrutes, ya sea pasear, ir en bici, leer, escribir, o hacer manualidades, lo que se trasmite no son sólo las enseñanzas, sino lo que en verdad estás sintiendo tú por la actividad que estás compartiendo con tus hijos. Lo más importante a trasmitir es la ilusión, sea por lo que sea.
Candela ha hecho este bonito rebaño de ovejas y me lo ha traído a la cocina. Para mí ha supuesto una agradable sorpresa y una recompensa. Cuando le pedí que me hiciera una oveja negra, fijaos la bonita oveja que se le ocurrió.
Como veis es sencillo, sólo necesitamos piedras, rotulador negro, pincel , témpera blanca y plastilina.
Tener piedras en casa no suele ser habitual, la explicación es que siempre que salimos de paseo o vamos de viaje a la playa, volvemos con una bolsa llena de piedrecitas para nuestras manualidades, según se acaban vamos reponiendo.
Hay un libro de imaginarium que se llama piedra a piedra que está interesante y si en google buscas manualidades con piedras, también verás multitud de bonitas ideas.
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