martes, 31 de enero de 2012

El Castillo de Neuschwanstein. Munich con niños.

Hacemos una excursión al Castillo del Rey Loco, es como apodan al Rey Luis II,  él fue quien ordenó construir este castillo  y algunos otros muchos en Munich, el  Castillo Neuschwanstein.
Se trata de un castillo de cuento, Luis II, era un enamorado 

de la época medieval así que se hizo su casa como un castillo de
aquella época pero  con los adelantos del siglo XIX, también

seleccionó con esmero el entorno donde  situarlo y cierto

es que parece un castillo de ensueño, el lago, las montañas

nevadas…

Alguien debió pensar que era un despilfarro un rey jugando a ser
caballero y murió en circunstancias desconocidas en el lago…
Decidimos  ir por nuestra cuenta, en todas las oficinas de turismo
y en los hoteles ofrecen visitas al castillo que completan con
algún otro castillo, pero además de caras son muy  cansadas,  su
duración es de al menos  8 horas,  viaje en autobús, creo que al ir
con niños no es buena opción.

En fin que nos lanzamos a irnos a Fussen en tren, nos daba
bastante reparo, pero tuvimos mucha suerte porque
encontramos en la oficina de turismo de la Estación central a una
española que nos dio toda
 clase de explicaciones y gracias
a ella y a su amabilidad pudimos hacer el viaje perfecto.
En muy fácil, cuesta más pensarlo que después hacerlo, voy

a intentar reflejar todo lo que ella nos indicó.
Conviene ir tempranito, se tardan un par de horas en llegar
 y otro tanto a la vuelta. Creo recordar que cogimos el tren de las 8:30.
Aconsejo que vayas el día de antes a la estación central o Hauptbahnhof, dentro de la estación hay una caseta de información en la que puedes pedir los horarios de ida y los de vuelta de Munich a Fussen, ellos muy amablemente te los imprimen y así puedes elegir los horarios que más te convienen, además llevas impresas todas las horas, los trasbordos y demás información.
Hay algunos viajes que tienen  trasbordo, parece complicado pero no lo es, todo el tren  está lleno de turistas que hacen este mismo viaje,  así que no tiene pérdida, además de la exactitud en los horarios y lo bien indicado que está todo, estos alemanes la verdad que lo tienen todo muy pensado.
El día en el que hayas elegido viajar, ve a la ventanilla o lo coges en una máquina expendedora, se llama bayern ticket, es un ticket válido para hasta 5 personas para trenes y autobús durante todo ese día.
Cuando bajes de tren en  Fussen, justo al lado de la estación en la que bajas hay unas paradas de autobús que te llevan al castillo, no tiene pérdida todos los pasajeros  del tren iban a Fussen.
Una vez que llegas a los pies del castillo tienes dos posibilidades, coger un carruaje de caballos por 6 euros/persona,  que a Candela por supuesto encantó o bien subir a pié, unos 20 minutos caminando.

Antes debes coger las entradas,  como nosotros fuimos en invierno no había demasiada cola,  pero según he leído en verano es imposible, así que aconsejo cogerlas por Internet.
Nosotros elegimos los caballos para subir y a caminar en el descenso.
Donde los caballos te dejan,  hay un puesto de salchichas y buñuelos, así que comimos por el camino.
La vista al castillo lleva una hora prefijada,  te guían  por el castillo en  grupos,  cada cual con su audio- guía gratuita, también a los niños, eso le encantó a Candela, ella sola con su audio guía pulsando botones y escuchando.
Hay un puente que se ve desde el castillo y que supongo tendrá una buena panorámica del paisaje, nosotros con esto de la nieve no pudimos acceder pues lo habían cerrado.
Cuando termines tu visita, no hay pérdida para bajar, hay un cartel con las horas a las que pasa el autobús que te vuelve a llevar gratis a Fussen.
Una vueltecilla por el pueblo que en navidad está precioso rodeado de montañas nevadas y lleno de luces de colores y otra vez al tren.











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