jueves, 29 de agosto de 2013

Beneficios de viajar con niños



Encontré este artículo sobre  los beneficios que  viajar ofrece a  los niños. Me inspiró para escribir sobre otros beneficios en los que quizá no pensemos tanto. ¿Qué recibo yo al viajar con mi hijo?

Cuando la vida cambia y aparece un bebé,  surge un proceso de metamorfosis forzoso. Hay padres que casi mueren en el empeño, parejas que se rompen y niños que ponen a prueba al más “pintao”.  En este paquete de transformación  también están incluidos  los viajes. El primer viaje es el que más cuesta. 



En ese viaje iniciático aprendes una gran lección  ¡Los viajes nunca volverán a ser como antes! Una vez aceptado y asumido este doloroso  primer trago,  llega la hora de adaptarse. Encontrarle el lado bueno a esto de viajar con tus peques:

Vuelvo a  ser otra vez niña. Disfruto con actividades que jamás me  hubiera planteado como adulta. Ejemplos claros de esto son la casa de la magia de Blois, dinópolis,  el Caixa fórum de Barcelona, el Deutsches Museum de Munich, la ruta de las caras de Cuenca,  el cuentacuentos de Albalate, los talleres de atrapasueños del festival de yoga… Nunca hubiera pensado en visitar tantos acuarios, museos de las ciencias, escuchado tantos cuentacuentos  ni visto tantos títeres.  ¡Gracias Candela  por hacerlo posible! Gracias lograr que aflore otra vez mi niña y por ser su mejor amiga,  no imagino a nadie mejor con quien querría que esto hubiera ocurrido.


Me acuesto temprano. Y me levanto muy temprano. Siempre procuro amanecer algo antes que mi hija. Me deleito de un tiempo de soledad y paz. Antes estos momentos formaban parte de mi rutina. Disponía de multitud de ratos así, no eran nada especial  Ahora se han convertido en un placer. Tras este gozoso momento,   disfruto de un intenso  día junto a ella.

No necesito verlo todo. Selecciono mucho mejor lo que voy a ver. No se trata,  ni de ver , ni de hacer demasiadas cosas en los viajes, sino de disfrutar con lo que haces. Todo se vuelve más sencillo.  Adiós  por siempre jamás a los maratones turísticos.


Miro con sus ojos. Soy muy preguntona con Candela sobre las cosas que visitamos. Me encanta escuchar sus respuestas, algunas son de lo más curioso. A veces tan simples que te hacen volver a pisar tierra.

Disfruto de cosas sencillas. Mis planes son hacer la visita del siglo a un museo, lo preparo, documento el contenido. Acabamos disfrutando infinitamente  más con el parque que hay a la entrada. Me rindo. No es necesario hacer grandes cosas para disfrutar.

Soy mejor persona. El  año pasado  me recuerdo frente a una cola de 30 minutos, taladrada por un sol húmedo y asfixiante en el parque temático de Portaventura. Mi pensamiento se dedicaba a observar tantos y tantos padre allá delante. Todos ellos estaban allí, por supuesto, porque deseaban fervientemente montar en los globos voladores. Continuamente olvidamos nuestro yo y ponemos el bienestar de nuestros hijos en primer lugar. Lo hacemos de manera innata,  sencilla, sin pensarlo. La idea de hacer algo por los demás olvidándonos de nosotros,  es bonita, me resuena a grandes Hombres y grandes Mujeres. No estamos tan lejos de ellos. 


Todo forma parte de un aprendizaje,  de un crecimiento personal. Los momentos más tensos de los viajes son excelentes para ponerte a prueba. Nos hemos perdido, llega la hora de comer, los niños tienen hambre, están muy pesados, comienzo a ponerme  nerviosa.  En esos momentos es cuando mostrarás a tu hijo la mejor o la peor de las enseñanzas. Si  puedes mantener la calma, si afrontas la tensión, si no se te va de las manos, ellos pronto te imitarán. Y tú estarás muy orgullosa de ti misma y te sentirás bien. Si no fuiste capaz  de mantener hoy la calma, mañana seguro que el momento de tensión será aún mayor, ¡será por oportunidades!…






4 comentarios:

  1. Pilar, me ha encantado, me siento tan identificada!!!

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  2. La vida es una constante evolución, hasta para los que pensamos que estamos estancados desde hace tiempo.
    Los niños, nuestros hijos, nos muestran cada día ese crecimiento, viéndolos a ellos somos conscientes de ese cambio.Cada paso que damos, cada palabra que decimos los forja a ellos como personas pero no debemos olvidar que nosotros también nos forjamos como padres día a día.
    Cuando tienes tres... te das cuenta de que no actúas igual con el tercero de cómo lo hiciste con el primero... espero que esos cambios sean para bien, y vallamos mejorando, por la parte que me toca.
    Ser conscientes de los momentos felices que compartimos con ellos es muy importante,gracias por recordarmelo,porque no debemos olvidarlo, Además de los momentos tensos, de los arggg cuando solo gritan, no comen, se aburren, ya lo somos. De los otros también hay muchos. Gracias de nuevo por recordármelo

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  3. Totalmente de acuerdo. Recuerdo, no sólo con el primer viaje, por lo menos con los 10 primeros lo frustrante que resultaba no poder visitar todos los lugares que te habías propuesto(¡¡ya que estoy aquí, cómo no voy a ir¡¡), pero como bien comentas con el tiempo lo asumes, te relajas y comienzas a disfrutar de otras cosas que olvidamos y sólo ellos tienen siempre en cuenta, estar sencillamente juntos, disfrutando el uno del otro sin horarios, y eso es más valioso que cualquier lugar pendiente de visitar.
    Yo ya no podría viajar sin él, mi dulce Daniel.
    Gracias por compartir todo esto con nosotros. Mil besos para Candela y para ti.

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