jueves, 11 de julio de 2013

Modernismo en Barcelona para niños.

Parque Güell y paseo en barco.
Observar cada detalle de las construcciones modernistas por sus calles, es razón suficiente para visitar a Barcelona. Me chifla ese estilo artístico lleno de flores, mariposas, pájaros  colores, vidrieras, y curvas muuuuchas curvas.


Me gusta la integración que se hace del mobiliario en madera , la rejería, el mobiliario urbano, la cerámica, la pintura en las fachadas,  me parece un estilo completamente  integrador y tremendamente decorativo. Este estilo artístico nace en contraposición a la revolución industrial y el crecimiento de las ciudades, así se basa en reproducir la naturaleza y llevarla de forma decorativa a la ciudad.
No sé si esto puede contarse así a los niños, lo intento.  Juego con Candela a descubrir los edificios que son y los que nos son modernistas, eso sí le gusta y me sorprende lo rápido que logra captarlo.

Estamos a bordo del autobús camino al parque Güell. La maravillosa profesora Esperanza, de infantil del colegio S. Fernando de Cuenca,  le habló a Candela de Gaudí y del parque Güell y de la Sagrada familia. Así que generó en ella la curiosidad por conocerlos.
A veces  con sencillas cosas puedes lograr resultados increíbles. Mi amiga Rosa imprime cuadros, lugares, esculturas y las deja a su alcance. A los niños se les fijan con mucha facilidad las cosas y más si están acompañadas de imágenes. 
Ahora con Internet es más sencillo. Puedes enseñarles alguna imagen que te guste de algo bello para ti,  explicarles por qué te gusta, explicarles que nos produce alegría y bienestar,   es una forma de avivar en ellos el interés y despertarles hacia las sensaciones. Es bueno que identifiquen lo que pasa por dentro cuando lo de fuera cambia.
Para llegar al parque Güell cogemos la línea 24 de autobuses en la plaza Cataluña, se coge justo en el lado de plaza opuesto al edificio de la  Fnac.
El autobús discurre por la calle de Gracia.  Vemos el edificio Batlló de Gaudí con la curiosa forma de dragón,  los balcones en forma de antifaz y la fachada pintada.

 Juego con Candela a ver elementos modernistas, las farolas, los bancos, un balcón, aquel portal…
Cuando llegue a casa, en algún rato de esos de calma,  le invitaré que invente una casa como las que hemos visto, con todo aquello que se le ocurra, a ver que sale. Ya lo colgaré cuando lo tenga.
El autobús nos deja en la puerta del parque Güell, no tiene pérdida, los autobuses disponen de una pantalla en la que se pueden ver las paradas.
Lo más agradable del parque es pasear por él, para conseguir esto sin tanta gente debes salir de las rutas  más visitadas, la salamandra, el balcón…  En este paseo encontrarás  grupillos de música muy agradables. También vendedores de botellas de agua helada, que agradecemos mucho. Hay un quiosco, pero está en el balcón y por supuesto hasta arriba de gente.
En la parte más alta puede disfrutar de una panorámica de toda la ciudad.
Nos fijamos en  las columnas que parecen palmeras y le dejo mi móvil a Candela para que les haga fotos. Hacemos una foto de una columna y también de una palmera, así podemos compararlas.

Luego por supuesto visitamos la salamandra y  guardamos turno para sacar la típica foto con el dragón. Hacemos fotos a la decoración del techo de la sala hipóstila, unos  platos rotos por aquí, un pulpo por allá. Le cuento a Candela la idea de cómo de cosas aparentemente rotas se pueden crear otras bellas.
Y nos sentamos a comer nuestros bocadillos. Es bueno ir preparados porque ahora toca la vuelta.

Una vez hemos comido y estamos muertos de calor en la plaza Cataluña decidimos pasar esta hora de calor en la Fnac. La librería tiene un apartado para los niños, así que se convierte en muy buena idea. Encontramos un cuento de Gaudí muy interesante ... ¡Y en castellano!

Lo siguiente es recorrer la rambla hasta el puerto en busca del barco para dar un paseo por el mar. Salen del puerto, muy cerca  de la estatua de Colón,  Metro L4 El Maresme-Fòrum. La compañía se llama las golondrinas y tienen una caseta donde puedes comprar los billetes o bine en su web. Hay dos variedades de paseo 40 minutos y de hora y media. 

En el puerto  jugamos con las palomas, nos compramos un cubo grande de palomitas de colores. Adivina quien se comió las palomitas. Pues sí fueron un fantástico alimento para atraer a  estos bichos y pasar un buen rato de persecución e intento de rapto. Cuidado con las gaviotas, en un momento fuimos testigos de  como cazaba a una de las palomas y se la llevaba de merienda.






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